Mientras están todos disfrutando de unas merecidas vacaciones en la playa, Matora sufre una dura derrota cuando vuelve a la posada en busca de alcohol para Nonko. Kogarashi y las demás van a ver lo sucedido tras oír un estruendo, y resulta que la culpable era Ouga Makyoin, maestra del joven exorcista, quien afirma que Yuna es un espíritu maligno que podría acabar con el mundo y, por tanto, tiene que exorcizarla.