La sangre de cuatro pueblos tiñe de rojo las aguas de los grandes ríos.
La Guerra de la Triple Alianza extiende un manto de tragedia sobre la cuenca del Plata y deja profundas huellas en el suelo guaraní.
En ese temible escenario, por donde desfilan desde Bartolomé Mitre y Francisco Solano López hasta futuros presidentes, como Carlos Pellegrini, artistas desconocidos y un gaucho milagrero, como Antonio Gil, las vidas anónimas se vuelven protagonistas.
Desde la dulce tierra paraguaya, Muriel Núñez Balboa, desafiante en su hermosura, pone en tela de juicio todo lo que Bautista juzga correcto.
Ambos se verán sacudidos por un amor prohibido que trasciende las fronteras.
La guerra es el gran personaje de esta novela, y ella removerá sin piedad las entrañas de otros hombres y mujeres que, junto con Bautista y Muriel, también se debatirán entre la intriga, las pasiones, la traición y el heroísmo.
¿Puede haber amor en medio del espanto?
Es la gran pregunta que todos los protagonistas de esta historia tendrán que responder por sí mismos, cada uno a su manera, antes de que caiga el telón de la última batalla.