Un libro breve y conmovedor.
Una carta abrierta al padre que no sobrevivió a la deportación a Auschwitz-Birkenau.
El dolor de la pérdida y en el terrible sentimiento de culpa que acompaña siempre a quienes consiguen salir con vida del infierno, pero dejan atrás a los que aman.
Hay libros imprescindibles que dejan una marca indeleble, que aun después de haberlos terminado permanecen vívidos en nuestro recuerdo. Este libro breve e intenso es uno de ellos. Marceline Loridan-Ivens, que ha tenido una larga y reconocida carrera como realizadora cinematográfica, fue deportada a Auschwitz-Birkenau en el mismo convoy que su padre el 13 de abril de 1943, cuando contaba apenas quince años.
«Tú podrás regresar, porque eres joven, pero yo ya no volveré», le dijo su padre a la joven Marceline cuando fueron deportados. Y ella nunca olvidó esas palabras. Después del horror, de vuelta en París, atenazada por la ausencia de aquel padre benevolente y protector, se quedó sin palabras para explicar lo que había vivido. Con el paso del tiempo, logró adaptarse y se labró una carrera fecunda como documentalista y realizadora cinematográfica junto con su marido, Joris Ivens. Ahora, a los ochenta y seis años de edad, ha plasmado su evocación del dolor en un documento impresionante, escrito a cuatro manos con Judith Perrignon, que ha cautivado a los lectores y a la opinión pública, y que demuestra que hay historias que no pueden dejar de ser contadas y que los libros como éste, lejos de haber perdido vigencia, han adquirido en el presente una gran relevancia.
Y tú no regresaste se publicó en Francia a principios de 2015 y obtuvo de inmediato el interés de la crítica y del público lector, que reconocieron en este libro breve y conmovedor un coraje, una lucidez y una coherencia ejemplares, con lo que entró de forma fulgurante en la lista de los más vendidos.