Tal vez sea éste el libro más personal de Michela Murgia, que tras el éxito de La acabadora se ha volcado en este original relato, mitad ensayo, mitad testimonio íntimo, que ha sido recibido con entusiasmo por la crítica y se ha situado entre los libros más leídos de Italia en los últimos meses.
Centrándose especialmente en la figura de María de Nazaret, modelo de pureza y perfección, Murgia analiza cómo la imagen de la mujer que prevalece en nuestros días se ha ido formando a lo largo del tiempo a partir del imaginario católico.
Con sus conocimientos de teología y su extensa actividad corno animadora parroquial, Murgia expone con minuciosidad los diversos elementos que han contribuido a convalidar una visión que simplifica y margina la figura de la mujer, desde parábolas de los Evangelios o fragmentos de encíclicas papales, hasta grandes obras de arte clásico, anuncios televisivos o artículos de revistas femeninas.
Al punto de vista privilegiado de una mujer cuya trayectoria personal e intelectual está ligada a pensar sobre la religión, Michela Murgia añade su contagiosa curiosidad y su excepcional talento para narrar, cuyo resultado es este magnífico texto que sorprende e invita a la reflexión.