Si observa con atención comprobará cómo cada vez más personas han tomado una decisión, la de vivir sin miedo, que las ha convertido en otras personas, en una especie de versión mejorada de lo que algún día fueron. Se han atrevido a comenzar de nuevo. Vivimos en un momento de la historia apasionante y decisivo. Un período de cambios exponenciales en lo económico, en lo social, en lo personal y en lo espiritual.
Es un momento en el que si queremos salir adelante, tenemos que atravesar un profundo proceso de transformación. Vivir sin miedos apela a su responsabilidad. Por ello, más que ofrecer soluciones le formula preguntas: son las preguntas necesarias para poder vivir con confianza, con sentido y para encontrar el sentido de su vida.