Probablemente no existe ningún otro fármaco en la historia de la medicina que haya sido acogido con tanta expectación como el Viagra, y no pasa día sin que los medios de comunicación hagan una nueva referencia a este medicamento. Su impacto en la sociedad se ha extendido mucho más allá de los círculos médicos y ha revelado el verdadero alcance de una situación que hasta ahora se silenciaba discretamente. La causa de este fenómeno se encuentra, por supuesto, en el hecho de que el Viagra promete revolucionar uno de los aspectos más básicos de nuestra humanidad: nuestra vida sexual.
Sin embargo, todos tenemos experiencia con promesas no cumplidas o, peor aún, que en la práctica resultan contraproducentes. La oleada de entusiasmo que ha despertado el Viagra viene acompañada por una serie de dudas y temores.