Toda mi vida había sido preparada para ser vendida. Pero nadie me preparó para ser vendida a "él"
La principal atracción del reino de Áragog era su mercado de mujeres, y Aquía, preparada desde su nacimiento para el momento en que sería ofertada, había aceptado su propósito: ser una vendida.
Sin embargo, nadie hubiera podido advertirle del quiebre que sucedería cuando conociera al hombre que pagaría por ella.
Embarcada en una travesía asediada por escorpiones, por asesinos y por mujeres hastiadas de su realidad, Aquía tuvo que descubrir de qué estaban hechas sus alas para poder sobrevivir al declive de Áragog.