Si he de ser sincera, hay tres cosas que me incomodan últimamente:
1) No puedo negar que París me dejó sus secuelas.
2) Estoy paranoica.
3) El Servicio Secreto no deja de controlarme al creer que soy cómplice de un exagente.
Ahora, hay tres cosas que empeoran aún más la situación:
1) Temo que el MI6 no es por lo que más debo preocuparme, no son los únicos sobre mí.
2) Algo me siguió a Londres, y no pienso que sea para nada bueno.
3) No creo poder escaparme tan fácilmente del mundo secreto, y no creo que este me deje ir.
Es mejor no mencionar la reciente muerte de un estudiante en mi instituto, y a diferencia de todos, no pienso que haya sido un suicidio. ¿Cómo se supone que lidie con todo esto? ¡Apenas puedo con mi vida personal! Con mi familia desconfiando de mí, un asesinato de por medio y el hecho de que no pueda dar dos pasos sin mirar sobre mi hombro o preguntarme si el sujeto a quien acabo de saludar es una potencial amenaza encubierta, la situación no podría estar peor. ¿O sí? Al menos puedo estar segura de que el Chat Noir no me robará nada, no creo que mi hermano pueda decir lo mismo.