Todo lo que se narra en esta novela ocurrió así, todos sus personajes son personas de carne y hueso, y la historia, desentrañada con maestría e iluminada hasta sus últimos recovecos por una ingente tarea de documentación, es real. El 8 de diciembre de 2005, al sur de Ciudad de México, la policía federal detiene a Israel Vallarta y a Florence Cassez y los acusa de secuestro e integración en banda criminal.
Al día siguiente, a las 06:47 de la mañana, los canales de televisión Televisa y TV Azteca emiten en directo la entrada de los agentes federales en el rancho Las Chinitas, la liberación de tres rehenes y la detención de Israel y Florence. En los días siguientes, los detenidos sufrirán torturas, se les negarán sus derechos y la lista de acusaciones irá en aumento.
Pero cuando los abogados defensores captan la inconsistencia entre los partes de detención, los vídeos de la emisión televisiva y la versión de sus defendidos, comienza una carrera contra el tiempo para sacar a la luz uno de los mayores montajes policiales de la historia de México, cuyo desarrollo hizo que se tambalearan los cimientos del gobierno de Felipe Calderón y culminó con un incidente diplomático entre México y Francia.