«Simplemente sé feliz, y si no puedes ser feliz haz cosas que te hagan feliz. O no hagas nada, pero con las personas que te hacen feliz.»
Esther Earl fue una adolescente con un talento y lucidez excepcionales, pero una adolescente normal, al fin y al cabo. Se esforzó por vivir con ilusión y generosidad, especialmente tras saber que su cáncer de tiroides era terminal.
El escritor John Green conoció a Esther en una convención de Harry Potter, y entre ellos nació una profunda amistad, tan profunda que el novelista le dedicó su novela Bajo la misma estrella y ha escrito el prólogo a este libro.
Desde 2010 John Green y sus seguidores celebran el Día de Esther cada 3 de agosto, en el que, a petición de Esther, se expresa el amor hacia amigos, familiares y personas importantes a las que no solemos decir «Te quiero».
Estas extraordinarias memorias recogen los diarios, cuentos, cartas y esbozos de Esther; además, las fotografías y escritos de su familia y amigos ayudan a narrar su historia, un testimonio conmovedor sobre el poder de la vida.