En Una curiosidad insaciable, Dawkins nos muestra un inusual recorrido por sus primeros años, su despertar intelectual en Oxford y el camino hasta la publicación de El gen egoísta. El autor pinta un vívido cuadro de su idílica niñez en el África colonial, sazonado con apuntes acerca de su familia y de las peculiaridades de la vida colonial tras la segunda guerra mundial. Salvo algunas enseñanzas inspiradoras en la escuela primaria y secundaria, su curiosidad intelectual no alzó plenamente el vuelo hasta su ingreso en Oxford.
Tras entrar a Oxford en 1959, Dawkins comenzó a estudiar zoología y conoció a algunos de los legendarios mentores de la universidad, así como su sistema de tutorías. Es a este sistema educativo único al que Dawkins atribuye su despertar, ya que invitaba a los jóvenes a convertirse en sabios animándolos a plantear preguntas rigurosas y rastrear la biblioteca en busca de las últimas investigaciones. Su carrera en Oxford dio un inesperado giro en 1973, cuando comenzó a escribir El gen egoísta.
He aquí las memorias de la niñez y el desarrollo intelectual del mundialmente famoso biólogo evolutivo y ateo militante, y el relato de cómo acabó escribiendo el que para muchos es uno de los libros más importantes del siglo XX.