La increíble y divertida historia de un robotito algo anticuado, un tipo algo inmaduro y el viaje que cambió sus vidas para siempre.
¿Qué harías si te encontraras a un robotito en la terraza de tu casa?
Esto es lo que se pregunta Ben después de que Tang aparezca de repente en su jardín. Y no porque sea un tipo dado a preocuparse demasiado: a pesar de haber cumplido ya los treinta y de la desesperación de su esposa Amy, que lleva meses harta de esa actitud de eterno Peter Pan, Ben no tiene excesivos planes de futuro. Sin embargo, ese robot desobediente, tierno y capaz de patalear como un crío si no se sale con la suya despierta en él un cariño inmediato y, decidido a asumir una responsabilidad por una vez en la vida, Ben decide partir en busca de su creador para devolvérselo.
Ambos emprenden un viaje inolvidable que los llevará primero hasta California y luego a Tokio para culminar en una recóndita isla de la Micronesia. Un periplo conmovedoramente divertido para una pareja singular a la que se unirá un estrambótico, y radiactivo, perro salchicha.
Juntos recorrerán un camino lleno de aventuras en el que Ben aprenderá que a veces madurar no consiste en cambiar el mundo, sino en estar ahí cuando tus seres queridos te necesitan, por imperfectos e insoportables que a veces nos parezcan.
Esta es la historia de una amistad única, de cómo un hombre abre su corazón a un robot entrañable y termina rencontrándose a sí mismo. Una novela original y maravillosa en la que la autora británica nos sorprende con un robotito difícil de olvidar.