De ser hijo a ser padre. Éste es el paso del autor en la segunda parte de las seis que conforman Mi lucha, esa inmensa novela autobiográfica que la crítica ha descrito como «un proyecto demencial que sólo los verdaderos genios pueden alcanzar». Karl Ove deja a su mujer y se marcha a Estocolmo.
Allí se hace amigo de Geir, otro noruego, intelectual y fanático del boxeo.
Y vuelve a encontrarse con Linda, una poeta que le había fascinado en un encuentro de escritores, y que será su segunda mujer. Su mundo cambia mientras él escribe y cuenta cómo es volverse a enamorar, los goces y los engorros de la paternidad, la necesidad de escribir, la cotidianeidad de la vida en familia o el cómico fracaso de sus vacaciones, la humillación de las clases de preparación al parto, las peleas con los vecinos...
Knausgård escribe con una veracidad punzante sobre los instantes que componen una vida, la de un hombre que anhela con igual intensidad la soledad y el amor.
«Quizá nos hallemos ante la más importante empresa literaria de nuestro tiempo» (Rachel Cusk, The Guardian).
«Su lectura es compulsiva, nos perturba, y con frecuencia nos deja atónitos» (Stuart Evers, The Observer).
«Necesito el próximo volumen como una dosis de crack» (Zadie Smith).