Todo comenzó en una casa de remates de París con una cabeza de piedra que llevaba la firma de Amedeo Modigliani. Élisabeth Barillé reconoció en ella los rasgos singulares de la poeta rusa Anna Ajmátova, musa del artista.
Intrigada por esa relación casi desconocida, inició una investigación que la llevó a recorrer cartas, poemas, diarios íntimos, fotografías y dibujos. Con estas huellas, recreó los lazos entre el pintor y la poeta desde su primer encuentro, una noche primaveral de 1910 en París.
Anna era una joven recién casada; Amedeo, un hombre libre de compromisos. A ambos los devoraba la pasión por el arte.
La autora nos ofrece la magnífica reconstrucción de dos artistas en el alba de sus destinos, una pareja de creadores en plena búsqueda, que se aman en un francés trabajoso y navegan entre el Montparnasse de los comienzos del cubismo y la San Petersburgo de los dandis poetas. Un amor al alba es una revelación de unos días casi irreales por fin devueltos a nuestra memoria.