El cuerpo torturado de una joven aparece en un contenedor de basura con los ojos hinchados y su ropa bañada en sangre. La detective Erika Foster será la primera en llegar a la escena del crimen. El problema es que esta vez no es su caso.
Mientras lucha por asegurarse un sitio en el equipo de investigación, Erika no puede evitar involucrarse y enseguida encuentra una pista relacionada que relaciona el caso con el asesinato sin resolver de una mujer, ocurrido cuatro meses atrás. Arrojada en un lugar similar, ambas mujeres tienen heridas muy parecidas: una incisión mortal en la arteria femoral.
Acosando a sus víctimas por internet, el asesino se está aprovechando de mujeres jóvenes y hermosas, utilizando una identidad falsa. ¿Cómo atrapará Erika a un asesino que parece no existir?