Burlón y malicioso, el narrador va desgranando historias conflictivas en las que hombres comunes del pintoresco barrio de Once deben lidiar con situaciones que alteran sus rutinas: infidelidades reales o soñadas, frustraciones y decepciones, deseos y perversiones.
Javier Mossen, protagonista de la mayoría de estos relatos, regresa en plena crisis de los cuarenta sin saber si ha madurado o si sencillamente se ha cansado porque, además de actuar, ahora escucha aventuras ajenas. El matrimonio ha sobrevivido a pesar de las hecatombes políticas y las modas, confirmando la teoría del propio Mossen de que, siendo un disparate, es el menos malo de los sistemas sentimentales posibles.
Pero es también el campo de juego ideal para que Marcelo Birmajer despliegue una voz singular, en la que se atisba el humor neurótico de Woody Allen y el realismo perverso de Somerset Maugham. Marcelo Birmajer ha dejado de ser "la gran promesa" de la joven narrativa argentina para convertirse por derecho propio en uno de los escritores más sobresalientes de la actualidad en lengua española.
Sus mayores bazas son su imaginación desbordante, sus puntos de vista insólitos y su capacidad para provocar permanentemente sin olvidar su principal objetivo: atrapar al lector con una buena historia.