Cuando el bebé recién nacido vuelve al agua que contuvo su gestación, recupera sensaciones que lo ayudan a integrar lo nuevo del mundo. en su casa y en el baño diario, se le puede brindar un momento de placer, bienestar, relajación y calma. el agua tibia, las manos y la voz de la mamá alcanzan para crear un momento mágico, pasará el tiempo y, mientras el bebé crece, con cada baño los padres descubrirán en él nuevas habilidades y logros. en este sentido, tu hijo y el agua permitirá a los padres hacer del crecimiento y el aprendizaje un momento único, enriquecedor e irremplazable en la vida de sus hijos