Un amor abstracto se delimitó con cada mirada, palabra y acción, hasta definirse como una relación fascinante en su sencillez, y, a veces, en su complejidad. Kansas Shepard es una espontánea y cómica universitaria que siempre termina enredada en líos que no ocasiona. Malcom Beasley, por otro lado, es del tipo de personas que evitan todos los problemas.
Él sigue una rutina estructurada y permanece lejos de los rebeldes ciclones de los sentimientos humanos y de los imprevistos. Cuando estas dos personalidades deben vivir bajo el mismo techo, la coexistencia, que parecía imposible en un principio, resulta ser el detonante de una aventura que terminará por arrasar tanto con el corazón de Kansas como con el del jugador de los Jaguars, el número 27.