Después de estremecer a más de once millones de lectores con la historia de El niño con el pijama de rayas, John Boyne regresa en Todas las piezas rotas al mundo de su novela más famosa para contar qué ocurrió con la familia del pequeño Bruno al final de la guerra. En esta ocasión, a través del viaje de Gretel, su hermana mayor, desde el París de 1946 hasta el Londres de hoy, en busca de un lugar en el que confiar el peso de su terrible pasado.
A punto de cumplir noventa y dos años, Gretel Fernsby ha vivido durante décadas en un piso de Winterville Court, un lujoso bloque de departamentos con vistas a Hyde Park, donde lleva una vida tranquila pese a una historia oscura que no deja de atormentarla. No habla con nadie de su huida de la Alemania nazi hace más de siete décadas en compañía de su madre, ni de la trágica desaparición de su hermano, ni mucho menos de su padre, comandante de uno de los campos de concentración más notorios del Reich.
Cuando el productor de cine Alex Darcy-Witt, un hombre dominante y abusivo, y su esposa Madelyn se mudan al piso de abajo, Gretel acaba haciéndose amiga de Henry, el hijo de nueve años de la pareja, aunque su presencia le hace recordar antiguos sucesos que preferiría haber olvidado.