¿Cuántas horas tiene un día, cuando no te pasas la mitad de ellas mirando la televisión? ¿Cuándo fue la última vez que uno de nosotros verdaderamente se esforzó por conseguir algo que quería? ¿Cuánto ha pasado desde que alguno de nosotros realmente necesitó algo que quería? El mundo que conocíamos ha desaparecido. El mundo del comercio y las necesidades frívolas ha sido reemplazado por un mundo de supervivencia y responsabilidades.
Una epidemia de proporciones apocalípticas arrasó con el planeta haciendo que los muertos se levanten y se alimenten de los vivos. En sólo unos pocos meses la sociedad se ha derrumbado. No hay Gobiernos, no hay tiendas ni negocios, no hay correo, no hay TV por cable.
En un mundo dominado por los muertos, finalmente fuimos forzados a vivir.