En el hospital Woodbury, Rick se recupera de la horrible herida que le provocó el Gobernador. Mientras tanto, el oscuro líder de esta comunidad se aprovecha de una maniatada Michonne y abusa reiteradas veces de ella. Aunque es un respetado y amable jerarca cuando está en público, el Gobernador esconde en su casa a una hijita zombie, a quien alimenta con restos humanos. A través de la tortura averigua que Rick, Glenn y Michonne se estaban refugiando en una prisión cercana. Su máximo objetivo será encontrar esta fortaleza impenetrable.