Cuando Libby Nicholls llega a Londres con el corazón roto y la vida hecha jirones, la primera persona que conoce en el autobús es el anciano Frank. Él le cuenta sobre aquella vez en 1962 que conoció a una chica en el autobús número 88 con un hermoso cabello rojo como el de ella. Hicieron planes para una cita en el museo de arte de la Galería Nacional, pero Frank perdió el boleto de autobús con su número. Durante los últimos sesenta años, ha viajado en el mismo autobús intentando encontrarla, pero sin suerte.
Libby se inspira para actuar y, con la ayuda de un extraño compañero, empapela la ruta del autobús con carteles que anuncian su búsqueda. Libby comienza a abrir su corazón cauteloso a nuevas amistades y a un romance en ciernes, a medida que su mundo estrictamente controlado se expande. Pero como la demencia de Frank avanza rápidamente, sus posibilidades de encontrar a la chica en el autobús 88 se están desvaneciendo.
Más que nada, Libby quiere que Frank vea a su amor perdido una vez más. Pero su búsqueda también muestra a Libby lo importante que es aprovechar sus propias oportunidades de felicidad, antes de que sea demasiado tarde, en una novela bellamente edificante sobre cómo una experiencia común compartida entre extraños puede transformar vidas de las maneras más maravillosas.