Tenemos que hablar de Kevin es una novela epistolar. Cartas largas y detalladas de una mujer a su exesposo, Franklin, el padre de su hijo. Cartas llenas de una ironía cruel y desganada. Poco queda de Eva, la mujer que las firma, salvo las palabras. Lo que quiere contarle a Franklin es la catástrofe de su maternidad. El hijo, Kevin, está preso. Es un adolescente y es un asesino. Y ella necesita nombrar a ese joven al que no supo amar y preguntarse por el origen del Mal.