Callie perdió a sus padres cuando las guerras de las Esporas aniquilaron a todos los que tenían entre veinte y sesenta años. Ella, su hermano pequeño, Tyler, y un amigo, Michael, escaparon y ahora son starters, adolescentes que viven en la calle como vagabundos y luchan por sobrevivir. La única esperanza de Callie es Destinos de Plenitud, una inquietante empresa en Beverly Hills dirigida por un ser misterioso al que llaman el Viejo. Él contrata a adolescentes para que alquilen sus cuerpos a los enders, ancianos que quieren volver a ser jóvenes. Callie, desesperada, se hace donante. Pero el neurochip que lleva en la cabeza se estropea y despierta en la ostentosa vida de la ender que ha alquilado su cuerpo: vive en una mansión, conduce autos de lujo, e incluso sale con el hijo de un senador. Es una vida de cuento hasta que descubre que pretenden hacer mucho más con su cuerpo que salir de fiesta, y que los planes de Destinos de Plenitud son más siniestros que la peor de sus pesadillas.