Tercer volumen de la Trilogía El verano en que me enamoré.
Belly sólo ha querido a dos chicos en su vida. Y ambos se apellidan Fisher. Tras salir con Jeremiah durante los últimos dos años, está casi segura de que es su alma gemela. En cambio, Conrad no ha superado el error de haberla dejado escapar, así que cuando Belly y Jere deciden dar un paso más en su relación, sabe que ha llegado el momento de hablar o callar para siempre. Decida lo que decida, Belly deberá enfrentarse a lo inevitable: tendrá que romperle el corazón a uno de los dos.