Clarissa trabaja como administrativa en la Universidad de Bath y acaba de dejar atrás una relación amorosa. Rafe Solmes, un profesor especialista en cuentos de hadas al que conoce superficialmente, la invita a la presentación de su libro en una librería local. Siempre educada, Clarissa acepta, y allí acaba bebiendo algunas copas de vino de más.
Rafe, caballeroso, se ofrece a acompañarla a casa. A la mañana siguiente Clarissa se despierta con el cuerpo dolorido, sin recordar apenas nada y con la sospecha de que ha sido víctima de algún tipo de abuso sexual. Pero la cosa no acaba ahí, porque a partir de ese día empiezan las insistentes llamadas, notas, agasajos y apariciones sorpresa de Rafe. Ante el creciente acoso y consciente de que es difícil denunciarlo con éxito, Clarissa decide llevar un diario y acumular pruebas. Y cuando la convocan como jurado en un juicio ve la oportunidad de liberarse, al menos momentáneamente, de su acosador.
Pero lo que se juzga es el secuestro y violación colectiva de una joven drogadicta, y Clarissa no puede evitar establecer paralelismos entre ese caso y la situación que está viviendo, mientras intima con otro miembro del jurado que acaso también oculte algún secreto. Utilizando el nombre de la protagonista de la célebre Clarissa de Samuel Richardson, con la que se establecen ciertos paralelismos, y recurriendo sobre todo a elementos tomados de los cuentos de hadas más macabros, esta novela, que ha obtenido un sonado eco internacional y ha conquistado por el boca a boca a infinidad de lectores, es una escalofriante inmersión en la obsesión patológica y el acoso.
Graduando con maestría la angustia creciente y los inesperados e impactantes giros, la autora logra un inquietante cuento de hadas sin hadas ni príncipes azules, un thriller perturbador y tremendamente adictivo.