Sal con una chica, o con un chico, que no lea. Cuidado con elegir a alguien que lea: a lo mejor tu vida se vuelve inesperada, a lo mejor se llena de sorpresas o, quizá, de tramas nuevas. Dos relatos sobre los peligros de enamorarse de las personas y de los libros (Sal con una chica que no lea, de Charles Warnke, y Miedo, de Laura Ferrero) ilustrados por María Hergueta.