"Pero ¿no os dabais cuenta de que, aunque me hubierais destruido a mí, el pueblo romano tiene tales legiones que no solo podrían venceros a vosotros sino, incluso, derribar el cielo?". Julio César. En el año 146 a. C., los romanos, tras añadir Grecia a sus numerosas provincias, emprendieron su tercera guerra contra Cartago. Los cartagineses se defendieron con uñas y acero, pero nada pudieron hacer ante el poder imbatible de las legiones que comandaba Escipión Emiliano. Tras Cartago, cayó Numanci.