¿Necesitamos reglas? ¿Podemos saltárnoslas para emprender y progresar?
Una reflexión urgente sobre las reglas de oro para sobrevivir en un mundo sin reglas.
¿Por qué los relojes en Alemania siempre marcan la hora exacta mientras que en Brasil a menudo están atrasados? ¿Por qué es más posible que el conductor de un Jaguar se salte un semáforo rojo que el de una furgoneta? ¿Por qué algunas personas lideran con una disciplina férrea mientras a otras las normas nos les quitan el sueño? Las normas se han modificado en el seno de todas las culturas a lo largo del tiempo, a menudo dramáticamente, y continuarán cambiando, pero su código básico es intemporal.
Al igual que el ADN influye en el color de los ojos o en la altura, nuestro rigor o flexibilidad ante las reglas influye en la motivación, la resolución de conflictos, la capacidad de negociación o la gestión empresarial. Da el primer paso y pregúntate: ¿soy rígido o flexible?