Edgar A. Poe alcanzó su éxito gracias a sus cuentos de terror que abrieron los caminos de la novela policial. Sin embargo, comprendía tanto al hombre, que no podía conformarse con un solo aspecto. Entonces, concibió los Relatos Cómicos.
Estos relatos han estado olvidados durante mucho tiempo y vale la pena rescatarlos para comprender la verdadera trascendencia de la obra de Poe. Poseen el mismo aíre sombrío y misterioso que sus cuentos funestos, pero orientado a producir la risa y el sarcasmo.
La excelente utilización de los recursos cómicos provoca que el lector esboce una sonrisa o experimente una siniestra compasión junto con una carcajada. Los Relatos Cómicos nos muestran otra faceta del autor, en la cual lo grotesco, lo irónico y lo absurdo se confunden para crear un mundo en donde todo es posible.