¿Cómo encuentro personas innovadoras para mi organización? ¿Y cómo puedo ser yo más innovador?
A partir del estudio de las estrategias de negocio creativas y de los hábitos de los empresarios que las lideran, los autores identifican cinco «aptitudes de descubrimiento» que distinguen a los directivos más creativos: asociar, cuestionar, observar, experimentar y crear una red de contactos. En su conjunto, esas aptitudes constituyen el ADN del innovador. Y la buena noticia es que, si no has nacido con él, puedes cultivarlo.
Para adentrarse en el terreno de lo nuevo, las empresas necesitan una hoja de ruta que se resume en tres pasos simples: el primero, pensar en la oportunidad de satisfacer a un cliente real; el segundo, fijar cómo la empresa obtendrá provecho dando respuesta a esa necesidad, y el tercero, comparar ese modelo con el modelo de negocio existente para adaptarlo y aprovechar así la oportunidad.
Los dos estudios aquí reunidos muestran cómo el crecimiento transformador suele ser fruto de innovaciones tecnológicas o de producto cuando estas van acompañadas de un modelo de negocios adecuado y eficaz.