La vorágine de la vida moderna dicta que debemos estar siempre en movimiento, superándonos constantemente y persiguiendo la felicidad día tras día. Este es el mantra que nos han inculcado, pero la realidad es que estos altos estándares a menudo generan estrés, agotamiento, depresión, y transforman nuestras interacciones sociales en transacciones comerciales. Svend Brinkmann no promete una solución mágica a estos problemas, pero sí propone una vía de escape a la obsesiva necesidad de autosuperación: detenernos y respirar. En este ingenioso estudio, el aclamado psicólogo danés nos insta a rechazar las consignas de la autoayuda y aceptarnos tal y como somos. La clave para una buena vida no se encuentra en la búsqueda incansable de una versión más lucrativa o feliz de nosotros mismos, sino en el modo en que abrazamos con entereza y serenidad nuestra existencia. Con su llamado a la desaceleración, este estimulante contramanual de autoayuda ofrece una alternativa al coaching, al pensamiento positivo y los mandatos diarios de autorrealización, reforzando la belleza inherente al estoicismo, la ecuanimidad y la aceptación de uno mismo.