Genialidad, controversia, discusión y admiración podrían resumir los más de ochenta años de vida artística de Pablo Picasso. Su aparición en el mundo de la pintura sorprendió y descolocó con una obra que por la potencia de su originalidad llegó a ser calificada de revolucionaria.
La exuberancia de su producción, expresada en más de veinte mil trabajos, se trasladó a cada acto de su prolongada vida que, desde su nacimiento, estuvo sembrada de escándalos de alcoba y magníficos desplantes.
Creador del cubismo, este artista polifacético y gruñón, desconsiderado y pasional, extrovertido y oculto a la vez, esconde tras su máscara un ser desnudo y vulnerable disfrazado de invencible minotauro, en cuya piel el mundo deja su rastro de llagas y cicatrices que él convierte en pintura.
Esposas y amantes, hijos, relaciones tumultuosas y una multitud de libros y películas que lo ensalzan o condenan, pintan, sólo en parte, la personalidad de este hombre nacido para sorprender.