Palabras cruzadas. Esa es, en definitiva, otra manera de describir un proceso analítico: “Como una sucesión de palabras que se cruzan a partir del dolor de un paciente y que, con el deseo, la claridad y el valor necesario, pueden conducir al develamiento de una verdad capaz de cambiar para siempre la vida de un sujeto”, escribe el autor. Del dolor a la verdad. Un camino sin duda complicado, difícil, que se transita con padecimientos. Pero que bien encarado también se recorre con la satisfacción que da la certeza de saber que ese destino vale la pena. Un libro vital, que parte del psicoanálisis para poner en juego un pacto de confianza entre alguien que dice lo suyo y quien escucha, contiene y acompaña.