Reconstruir sucesos históricos impone al indagador serio una tarea agobiante. Pero cuando a la necesaria compulsa de textos documentales se suma el aporte inspiracional, suele intervenir un factor esclarecedor que trasciende los usuales escalones lógicos.
Así ocurre con Sisedón de Trohade quien, con la clara intención de dirigirse a los sinceros buscadores de la Verdad, va relatando acontecimientos de diez mil años atrás. Desfilan ante nuestra vista, en capítulos cargados de animación y asombrosas descripciones: Los caminos de Dios; Joheván y Aldis; Leyenda del pasado; Funerales Kobdas; La transmigración de Bohindra; Abelio de Cretasia; Milcha la heroica; La alianza del Eufrates y el Nilo; Las enseñanzas de Tubal; Adamu y Evana; Los precursores del Verbo de Dios; La historia de Shiva; El joven Maestro; Madeo de Ghanhna; El habitante de Sirio; Num-Ma-Ki; El Camino de las tinieblas; Abel y Zurima; El nido en la Cruz; A la puerta del Santuario; Iber, el joven Chalit; La voz del desierto; La justicia de Iber; La redención de Marván; Los amantes de Dios; La vuelta de los mensajeros; Fredick de Kusmuch; Medhuajel de Baudemir; Resurrección.
A través de estas paginas usted hallara elementos de juicio y situaciones diversas a través de los cuales se dinamizarán los impulsos de amor fraterno, de justicia, verdad y bien. Una voz, que llega desde los abismos de la historia, busca perpetuarse y lo consigue cabalmente en una suerte de lazo inconfundible, dos veces milenario, por el que los humanos lo somos de verdad: "Amaos los unos a los otros como el Padre os ama a todos por igual, porque esa es toda la ley".