Odio a los indiferentes. Por Antonio Gramsci. «Odio a los indiferentes. Creo que vivir significa tomar partido. No pueden existir quienes sean solamente hombres, extraños a la ciudad. Que realmente vive no puede no ser ciudadano, no tomar partido. La indiferencia es apatía, es parasitismo, es cobardía, no es vida. Por eso odio a los indiferentes.»
El que perviva el pensamiento de un hombre como Antonio Gramsci puede tomarse como indico de que hay algo más que retórica detrás de sus juicios. Los textos de este volumen conserva una chocante frescura, hablan de «las cosas menudas» de un país real, habitado por personas «de carne y hueso»; pero no hay que olvidar que fueron escritos con el telón de fondo de una guerra devastadora , sometidos a la censura con el humor del fascismo emergente solpándose con las esperanzas despertadas por una revolución proletaria triunfal... Y aun así, muchas veces parecen apelarnos o la importancia que concede malestares personales, sociales y políticoscotidianos los volviera más cercanos, más necesarios y útiles, porque el impulso de luchar por un mundo más justo, menos cruel, mantiene si acuciante vigencia.