Fue el arquetipo del hombre renacentista por su amplio campo de intereses y su gran capacidad en cada uno de ellos, fue anatomista, arquitecto, músico, pintor, escultor, poeta e inventor. Pero Leonardo da Vinci fue también botánico, filósofo y urbanista. Ninguna inquietud humana parecía serle ajena, y para todas se mostró altamente dotado. Como ingeniero, produjo invenciones que se adelantaron por siglos a su posterior realización en serie, como las del helicóptero, el submarino, los carros blindados para la guerra e incluso, el automóvil.