Sus padres, Hermann y Julie Kafka, prósperos comerciantes judíos, le darían cinco hermanos menores. Todos fueron criados bajo la severa autoridad paterna por una serie de tutores y sirvientes, de quienes adquirieron el idioma alemán, el checo y una formación religiosa judía liberal. Falleció en Kierling, Austria, el 3 de junio de 1924. Su obra, poblada de parábolas sobre el sinsentido del orden y el poder humanos, marcó un hito en la narrativa del siglo XX.