Charlie y Silas fueron mejores amigos desde que aprendieron a caminar hasta los catorce años, cuando se hicieron novios.
Por alguna inexplicable razón, una mañana amanecieron sin reconocerse el uno al otro, no recuerdan nada de ellos ni de lo que los une: no hay rastros de su primer beso, del momento en el que se enamoraron, ni siquiera de su última gran pelea; sólo unas cuantas fotos y videos comprueban que no sabían vivir el uno sin el otro.
Ambos saben que sólo juntos podrán descubrir el misterio detrás de lo que les sucedió y la razón por la cual ahora difícilmente se soportan, cuando todos a su alrededor hablan de la gran pareja que solían ser. Pero, mientras más profundizan en las raíces de su relación, más entienden que hay algo invisible e increíblemente fuerte que los mantiene unidos.