Nunca es tarde es para mí mucho más que una bonita frase hecha, mucho más que una breve consigna, es como una bisagra, a partir de la cual dependerá si quiero seguir transitando o detenerme. A lo largo del tiempo he comprobado que no hay ni tiempo, ni épocas difíciles.
Vivimos en una sociedad donde siempre se está empezando de nuevo. Muchas veces comparo la vida con un jardín de flores, donde el tiempo se va sucediendo inexorablemente, y el jardín siempre está y las flores nacen, mueren y vuelven a nacer, y pienso que en nuestras vidas pasa algo similar.
Nada es eterno, todo se reconvierte y está muchas veces en nosotros mismos si nos adaptamos a esos continuos cambios que la vida misma nos propone. Por que no podemos hacer nada contra eso. Sigamos caminando por nuestro jardín de la vida, que Nunca es tarde, que todo es posible, que siempre se puede empezar.