Si sumamos un niño de once años, un perro llamado Carl Sagan, un viaje por Estados Unidos y un iPod Llena de sonidos, el resultado se una aventura llena de descubrimientos y autoconocimiento.
Una historia que rebosa felicidad, optimismo, determinaciones y corazón.
Alex es un enamorado del cosmos y de las naves espaciales.
De Colorado en Nuevo México y de Las Vegas a LA. En super viaje, sin rumbo fijo, se encontrará con gente perdida, divertida y excepcional que de alguna manera le preparará para enfrentar la verdad sobre la muerte de su padre. Alex aprenderá que, a pesar de tener una madre problemática y un hermano casi siempre ausente, su familia está ahí para él.