Desarrollar una actitud positiva no es necesariamente algo innato, sino que se puede educar para enfrentarse a los avatares de la vida con entusiasmo. No se trata de ser optimista sin más, sino de actuar con responsabilidad sin dejarse desbordar por los problemas, gastando las energías justas y manteniendo la ilusión.
Este libro enseña a reaccionar ante situaciones concretas, tanto desde el plano laboral, como desde el familiar o el sentimental, ya se trate de un problema económico o de salud, siempre en busca del equilibrio emocional que aleje los sentimientos negativos y ayude a los lectores a descubrir sus capacidades para ser felices.