Cuando perdemos a alguien, la vida nos enseña que este instante es irrepetible y que debemos disfrutarlo al máximo: por nosotros y por ese alguien que se fue. Aunque parezca extraño, a veces eso implica comer una doble ración de helado con tus amigas, enamorarte de quien menos lo esperas o aceptar que el amor es una chispa que se enciende una y otra vez, aunque en ocasiones parezca perder el brillo.
Esta es la historia de Paige, mejor conocida en su pequeña ciudad como «la chica cuyo novio se ahogó». Cuando ella estuvo a punto de aceptar que sólo era eso, y nada más, decidió anotar en una lista todo lo que tenía que hacer para recordarse quién era y en quién ansiaba convertirse. Para Paige, el final de la vida de su novio se convirtió en el inicio de la de ella: una hoja en blanco ansiosa por ser escrita. Repleta de relaciones sinceras y fuegos artificiales, esta divertida y conmovedora historia demuestra que nunca es demasiado tarde para las segundas oportunidades.