Christine es incapaz de recordar. Debido a un terrible accidente, cada mañana al despertar ha olvidado dónde está, por qué está allí y quién es el hombre que duerme a su lado. Ni tan siquiera se reconoce en la imagen que le devuelve el espejo.
Vive atrapada en una existencia que depende de lo que le cuentan su paciente marido y el psicólogo al que visita a escondidas de aquél. Y también de lo que escribe en el diario que esconde todas las noches antes de acostarse. Pero Christine no tarda en sospechar que alguien no está diciéndole toda la verdad, que las cosas no son lo que parecen