A veces alguien te rompe un sueño, pero hay que soñar otra vez.
A veces la pena te deja sin respiración, pero hay que serenarse. A veces tienes miedo, pero te inventas un abrazo... Qué tremendo querer a alguien como yo he querido, y que un buen día y a no esté.
Y que nadie se dé cuenta que la muerte no se lleva solamente a los muertos.
Y que a nadie le importe. Y que a mí no me importe que a nadie le importe.
Porque aprendí una cosa: que aunque bla bla bla bla... aunque todos bla bla bla bla, no es cierto: en el mundo ya no quedan seres que quieran así.