A Miriam Quiroga le sugirieron ingresar al Programa Nacional de Protección a Testigos. Ir a un destino geográfico desconocido. Y empezar una nueva vida con otro nombre y apellido. De momento, hasta que tome la decisión de aceptar o no esa propuesta, está custodiada por la Policía Metropolitana. Vive con miedo, amenazada. Muchos de los funcionarios y legisladores...
En Mis años con Néstor y todo lo que vi, Miriam Quiroga demuestra por qué, a pesar del miedo, está dispuesta a contar su verdad. Describe su presente como testigo de una causa judicial donde se investiga una asociación ilícita compuesta por funcionarios y empresarios ligados al gobierno nacional. Y repasa sus años cerca de Néstor Kirchner en la Patagonia y en la Casa de Gobierno.
Su relato describe al ex jefe de Estado detrás de la escena. Con sus destrezas, sus miedos, sus actos de valentía y también con sus atropellos. No faltan en la narración ni las críticas despiadadas que escuchó, ni las escenas privilegiadas que observó, ni los movimientos que hubiese preferido no haber visto.