A fines de la década de los 80, en el St. George’s Hospital Medial School de la Universidad de Londres, David Strachan hizo un estudio en el que planteaba que las enfermedades autoinmunes, como las alergias y el asma, se relacionan con la disminución en la diversidad microbiana. Esta idea se conoce como la «hipótesis de la higiene», y sugiere que mantenernos demasiado limpios puede conducir a problemas inmunológicos, porque nuestros sistemas inmunes se vuelven ociosos y se inquietan. Tal es así que a nuestro pequeño Héctor su niñez inmaculada lo mantiene aislado de diferentes microorganismos que están presentes en la tierra, en los animales y en muchas otras fuentes saludables, pero que son vitales para el desarrollo de sus «defensas».
Tiene mucho sentido, si pensamos en lo que pasó en los últimos cien años. Un científico francés llamado Jean-Francois Bach, en el año 2002, publicó un informe 1 en torno a esta «hipótesis de la higiene», según la cual todas las enfermedades infecciosas fueron disminuyendo, mientras que las enfermedades llamadas autoinmunes —esclerosis múltiple, diabetes tipo 1, asma, autismo—fueron en aumento. En este último siglo, la ciencia hizo increíbles descubrimientos y avances, como las vacunas y los antibióticos, que fueron fundamentales para que la humanidad pudiera superar distintas epidemias (como la viruela y la tuberculosis, entre otras), pero que, según esta teoría, propiciaron nuevas enfermedades y trastornos relacionados con el sistema inmunológico. Es como si nuestro sistema de defensa, al no encontrarse con sus naturales oponentes de siempre —los patógenos virales y bacterianos con los que evolucionamos los seres humanos—, se aburriera y por eso comenzara a atacarse a sí mismo. La hipótesis fue, valga decirlo, descartada, porque se sabe que una persona, por más que se engripe cinco veces, no va a mejorarse del asma. Pero se sigue creyendo que son consecuencias del cambio de ecosistema en el cual vivimos, no solo porque se haya alterado el ecosistema microbiótico, sino por todos los cambios que nuestro estilo de vida ha experimentado en el último siglo.
La medicina de estilo de vida saludable nos lleva a tomar hábitos que permiten no expresar aquellos genes que condicionan a ciertas enfermedades.
Edición | 1 |
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Tomos | 1 |
Idioma | ESPAÑOL |
Editorial | EDITORIAL DOS MALETAS |