Cuando Nicki Clements se encuentra atrapada en un atasco, en medio de todos los coches ve un rostro que creía que no volvería a ver. Se trata, definitivamente, de él, el mismo agente de policía, parando ahora a cada uno de los vehículos en Elmhirst Road. Presa del pánico, Nicki hará una peligrosa maniobra con el coche con tal de poder evitar encontrarse con él.
O eso es lo que ella cree. Al día siguiente, Nicki será interrogada en relación al asesinato de Damon Blundy, un polémico columnista que reside en las inmediaciones de Elmhirst Road.
Nicki no puede responder a ninguna de las preguntas que le hacen los detectives. Desconoce por qué el asesino utilizó un cuchillo, y además de una manera tan peculiar, sobre el cuerpo del periodista o por qué la expresión NO MENOS MUERTO fue pintada en la pared del estudio de Blundy.