Como nunca antes en la historia argentina, una parte del periodismo se ha sometido a la servidumbre de los intereses políticos y económicos, utilizando una gran cantidad de mentiras y operaciones. Pero para que esto funcione, el periodismo necesita un lector cómplice que quiera ser engañado.
En este libro, Víctor Hugo Morales desenmascara ese mecanismo. En sus propias palabras:"las falsedades son de todo tipo. Como los magos, van sacando una y otra de la galera. Y sonríen, los medios. Hacé otra de esas que me gusta, pide el público. Mentime una divina, una que termine con todo, que los aniquile, que los destripe, pisémoslos así, con el talón. Dame una buena mentira. Contame una de los viajeros mentirosos, que vieron una jirafa con dos cabezas. Ya sé que la hiciste varias veces, pero me gusta, me divierte. Dale, hacela otra vez.
Mirá cómo estoy esperando. Que se vea bien grande cuando entra el diario por abajo de la puerta. Que sea lo primero que leo. Como si orejeara un as. Tirame un zocalito para cuando estoy en el bar y voy adivinando quiénes son los que se excitan como yo. Los relojeo así, mirá. Y me río de los que mueven la cabeza, porque lo sufren, esos degenerados lo sufren. Mentime, te pido. Tengo una cosa acá adentro que me araña, me muerde, me bufa. Sacámelo. Tirá una de las buenas, mentime una de la corrupción, algo, una de la pobreza, esa, esas me gustan para que no se golpeen el pecho.