Rescatamos un libro que Franco escribió en secreto, porque cuando lo publicó, en 1952, perdida la Segunda Guerra Mundial por sus aliados, las potencias del Eje, ya estaba mal visto criticar a los masones y, por asociación, a los judíos. Porque lo que no es muy conocido Franco expresó opiniones duramente anti judías incluso después de que la Alemania de Hitler fuera derrotada.
A finales de 1946, y como reacción directa ante las condenas de la ONU, comenzó un ciclo de artículos contra la Masonería en el diario falangista Arriba, que firmó con el pseudónimo de Jakin Boor, y que más tarde recogió en forma de libro.
Para observar su línea consecuente, basta recordar uno de sus discursos de la inmediata postguerra, en el que mencionó expresamente que el judaísmo, la masonería y el marxismo eran garras clavadas en el cuerpo nacional.
Y en su último discurso de la Plaza de Oriente en otoño de 1975, poco antes de morir, advertía de nuevo al pueblo español sobre el peligro de la Masonería. Si se añade al libro el texto de su testamento: No olvidéis que los enemigos de España y la Civilización Cristiana están alerta clara referencia a la Masonería para la posteridad, se observará que el General Franco varió muy poco su punto de vista sobre esta cuestión y se arriesgó, al publicar esta obra, en pleno cerco internacional, a mayores represalias, que quiso suavizar con la utilización del pseudónimo J. Boor.